lunes, 28 de septiembre de 2009

1-El modelo de comunicación que subyace al sistema escolar: un modelo predominantemente vertical, autoritario, en la relación maestro-alumno, y linealmente secuencial en el aprendizaje. Meterle a ese modelo medios y tecnologías modernizante es reforzar aun más los obstáculos que la escuela tiene para insertarse
en la compleja y desconcertante realidad de nuestra sociedad
2-Hablar de comunicación significa en primer lugar reconocer que estamos en
una sociedad en la cual el conocimiento y la información han entrado a jugar
un papel primordial, tanto en los procesos de desarrollo económico, como en
los procesos de democratización política y social. Para enfrentar ese desafío debemos ser concientes de dos tipos de dinámicas que mueven los cambios en la sociedad de que hablamos. En un primer movimiento lo que aparece como estratégico, más que la intervención de cada medio, es la aparición de un ecosistema comunicativo es la relación de las nuevas tecnologías –desde la tarjeta que sustituye o da acceso al dinero hasta las grandes avenidas de Internet con sensibilidades nuevas, mucho
más claramente visibles entre los más jóvenes: en sus empatías cognitivas y
expresivas con las tecnologías, y en los nuevos modos de percibir el espacio y
el tiempo, la velocidad y la lentitud, lo lejano y lo cercano, que ellas entrañan. Se trata de una experiencia cultural nueva modos de percibir y de sentir, de oír y de ver,
una nueva sensibilidad que en muchos aspectos choca y rompe con el sensorium
de los adultos.
Una segunda dinámica, que hace parte de ese nuevo ecosistema en que vivimos,
y que es dinámica de comunicación, que se anuda a pero desborda el ámbito de los grandes medios, es la aparición de un entorno educacional difuso y descentrado en el que estamos inmersos. Un entorno de información y de saberes múltiples, y descentrado con relación al sistema educativo que aún nos rige, y que tiene muy claros sus dos centros en la escuela y el libro.
3-La actitud defensiva de la escuela y del sistema educativo, los están llevando
a desconocer o disfrazar que el problema de fondo está en el desafío que le
plantea un ecosistema comunicativo en el que lo que emerge es otra cultura, otro modo de ver y de leer, de aprender y conocer. La actitud defensiva se limita a identificar lo mejor del modelo pedagógico tradicional con el libro, y anatematizar el mundo audiovisual, como el mundo de la frivolidad, de la alienación, de la manipulación.